«Jane Austen takes Manhattan»: Metropolitan (1990)
"Fourierism was tried in the late nineteenth century... and it failed. Wasn't Brookfarm Fourierist? It failed."
"That's debatable."
"Whether Brookfarm failed?"
"That it ceased to exist, I'll grant you, but whether or not it failed cannot be definitively said."
"Well, for me, ceasing to exist is - is failure. I mean, that's pretty definitive."
"Well, everyone ceases to exist. Doesn't mean everyone's a failure."
A decir verdad, seguramente jamás hubiera conocido Metropolitan de no haber sido por mi Jane Austen Pocket Bible (sí, amigos, a estos extremos hemos llegado), en la cual aparece una sección de retellings modernos de las obras de Austen; algunos ya los conocía, como El diario de Bridget Jones (2001), que sigue el argumento de Orgullo y prejuicio, o Fuera de onda (Clueless) (1995), que imita Emma, pero uno llamó mi atención: Metropolitan (1990), el cual se definía como "una libre adaptación de Mansfield Park". A estas alturas, no es ningún secreto que Mansfield Park es posiblemente mi novela preferida de Austen, aunque Persuasión le pisa mucho los talones; el caso es que ya os podéis imaginar lo poco que tardé, a penas me fue posible, en encontrar dicha película y poder verla.
Efectivamente, lo que más me ha cautivado de la obra de Stillman es que haya conseguido mantener esa atmósfera burguesa sin que resultase antinatural; es decir, normalmente las películas y los libros que pretenden retratar la vida de los jóvenes burgueses de finales del siglo XX y principios del XXI caen en tópicos como las drogas para ilustrar su desencanto con la vida, pero Mr Stillman las sustituye por conversaciones pedantes de carácter irónico (acompañadas con varias copas de los licores más caros y con unos cigarrillos, eso sí) que parecen recién salidas de cualquier novela de Jane: nos encontraremos con el listillo de turno, la chica que sigue ciegamente las más
"What Jane Austen novels have you read?"
"None. I don't read novels. I prefer good literary criticism. That way you get both the novelists' ideas as well as the critics' thinking. With fiction I can never forget that none of it really happened, that it's all just made up by the author."
Ahora bien, si alguna pega tuviera que poner sería la actuación de los protagonistas, la cual me ha resultado algo artificial y forzada en cuanto a las conversaciones, ya fuera por esa prepotencia natural de la urban haute bourgeoisie (en cuyo caso, entonces, debería deshacerme en alabanzas), o bien porque la única forma de representar esos extensos diálogos era la más exhaustiva memorización —aunque hay que tener en
¿Con qué me quedo de Metropolitan, entonces? Con las conversaciones inteligentes llenas de ironía y sarcasmo, con ese desencanto de unos jóvenes conscientes de que su estilo de vida no es más que un eco del pasado y con el personaje de Audrey Rouget, tan encantador como la Fanny Price original (y una lectora ávida de Jane Austen espléndida).
"Okay, Cynthia, let's cha cha cha!"
"Don't be ridiculous!"
"The cha cha is no more ridiculous than life itself!"
PD: sí, verdaderamente me planteo cambiar de nombre el blog y llamarlo Janeite Empedernido.
2 comentarios:
Tomo nota, aunque primero me gustaría leer Mansfield Park, así podré compararlos decentemente. :)
Tengo que leer Mansfield Park primero xD
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